domingo, 23 de octubre de 2022

bordado

Si te lo contara no me lo creerías, hablo de las fuerzas del destino y lo que puedo percibir cuando conozco a alguien. Algunas cosas no las puedo escribir porque sería como desacreditarse, pero algunos sabemos escribir con gusto.

Hay algunos libros que no me gustan, no me agradan, la forma en la que están escritos. Debo decir que un hombre sólo no me ha gustado, es más, me ha desagradado. Realmente le he dedicado su tiempo y apreciación pero debo admitir que no me agrada leer las aventuras amorosas de un chico. Esque siento que muchas veces desde el lugar en el que escriben como mujeres suena terrible. Pienso si ¿acaso ellos mismos se leerán o escucharán? Me parece un escenario deprimente.

En cambio para mí es distinto, he pensado en mujeres que han atravesado mi vida o más bien seres porque a esta altura ya no diferenció sus generes cuando se trata de mi manera de describir algo profundo. Para todo lo demás, banal y son importancia existe una clasificación exacta como por ejemplo hombre y mujer, o el bien y el mal.

Hay mujeres hermosas que tienden a la sofisticación pero tienen sentimientos y emociones en conflicto, están extrañadas con tantos aspectos que no pueden ver el dolor. 

Me siento extrañado, llevo ya un tiempo mirando un mundo desde afuera y amando desde un lugar lejano. Los pocos contactos de piel con los seres que amo han Sido suficientes para sentir el corazón palpitar. 

He amado con intensidad y hay muchas cosas que me guardo, que no me atrevería a escribir y soy habido en esto. A veces la miro a los ojos para saber si capta los míos, si realmente la dignidad con la que llevamos tanto tiempo existiendo se encuentra en aquel lugar inospito tras sus ojos.  Pero no, ella entra en el juego, baila y se escabulle y cree cosas sobre la vida que aún no entiende.

Yo me limito a armarme un tabaco y buscar una excusa para retirarme y escribir en mi alcoba. No sé como lucir interesante, estoy acostumbrado al papel del honesto y liviano.

Me gusta sentirme como un vaso de agua o una planta, ser sencillo frente a la vida. La mayoría de las veces que alguien me gusta, lo expresó abiertamente. Pero últimamente he pensado en cosas que quiero tener, ya no quisiera concentrar mi mente en algo importante, sino más bien que lo cotidiano me lleve a ello ya que estamos embarcados hace bastante tiempo en este viaje de lo que vienen para enseñarnos cómo derecho divino.

Y en este barco quisiera decretar un departamento lo bastante grande para llevarme todas mi cosas y vivir una temporada en calma, realmente calma. Cómo quisiera cosas tan simples como impregnar mi espacio de esa paz que siento, cuando leo, cuando pinto y cuando sonrió. ¿Es demasiado pedir? Quisiera ser también una persona sofisticada. Hablar despacio y con calma aunque eso es ya con más edad. Por el momento me conformo con tener mi ropa ordenada en un closet para poder jugar todos los días hasta que ya no sea sólo un juego el vestirme. Cómo disfruto vestirme, es una de las cosas más simples que disfruto. Aún así no he podido disfrutarlo siempre porque no tengo mis cosas en un lugar que encuentre mío.

Realmente quisiera tener mis pinturas y mis materiales para crear en un lugar donde yo pueda jugar tranquilo hasta que ya no sea un juego sino una disciplina de vida.

¿Es tan difícil pensar en un ser que quiere vivir así? Realmente creo que a veces me invento sueños y proyectos hasta que me doy cuenta de mi realidad. De mi humilde realidad acostumbrada a la carencia y el abuso constante por las situaciones de vulnerabilidad en la que te encuentras.

Pero a medida que vas creciendo y te ves transparente frente a ti y frente a lo demás, todo queda y va quedando más claro.


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