martes, 2 de septiembre de 2014

"Número Áureo"

"Proporción Aurea establece que lo pequeño es a lo grande como lo grande es al todo."

Su nombre tiene algo de mítico porque suena mucho más de lo que realmente se le conoce. Se le llama también divina proporción, número de oro, regla dorada, etc. La idea es tan simple como perfecta: El todo se divide en dos partes tal que, la razón proporcional entre la parte menor y la mayor, es igual a la existente entre la mayor y el total, es decir, la suma de ambas.


La Proporción Áurea, esa divina proporción geométrica que se encuentra de forma natural en cuanto nos rodea y también en nuestras matemáticas, nuestra arquitectura y nuestro arte. Hasta ahora era uno de los mayores misterios de la naturaleza del Universo, puesto que se encuentra en la composición de las Galaxias, en la División Cassini de los Anillos de Saturno, en los pétalos de una flor, en la disposición de las ramas de los árboles, en la concha de un caracol, en los copos de nieve, en los rasgos de un rostro humano y hasta en las Pirámides o el Partenón de Grecia.

El número Phi en el cuerpo humano
Aunque parezca increible, parece como si la Naturaleza se desarrollara a partir de este fantástico número. El hombre, los animales, las plantas, siguen a veces modelos de crecimiento que se corresponden fielmente con proporciones de oro. ¿Es una simple casualidad o nos encontramos ante un número que realmente guía nuestras vidas? Tal vez sea esta la razón por la que algunos han llamado a Phi "La Divina Proporción".
El estudio de Phi en el cuerpo humano comenzó en el Siglo XVI, cuando el Renacimiento italiano supuso un nuevo renacer de la cultura y el arte clásico.
Una de sus figuras, Leonardo da Vinci, realizó estudios sobre el cuerpo humano que le llevaron a considerar como un cuerpo perfecto aquel en el que se respetaban las proporciones áureas.
Plasmó sus conclusiones en uno de los dibujos más famosos de la historia, el Vitrubio, el cuerpo de un hombre inscrito en una circunferencia en el que se detallan las proporciones que deben de ser áureas.
Según las figuras, todos los cocientes, 1/2, 2/3, 3/4, etc, deberían ser iguales a phi, el hermano menor de Phi. Los cocientes inversos serán iguales por lo tanto a Phi, 1,618... Habrá según eso en el hombre( y la mujer, por supuesto), ¡16 proporciones de oro!.
La más llamativa tal vez sea la relativa al ombligo: si se divide la altura total de un hombre entre la distancia del ombligo a los pies obtenemos el número de oro; además, si se divide la distancia del ombligo a los pies entre la del ombligo a la cabeza también se obtiene Phi.
Existen también proporciones áureas en pies, brazos, en incluso en los dedos: las falanges dividen el dedo según proporciones de oro.

Igualmente realizó estudios sobre el cuerpo humano el más importante arquitecto del Siglo XX, Le Corbusier, en su célebre tratado Le Modulor, en el que también utilizaba la proporción de oro como base de su sistema: observa las diferentes figuras del hombre; el número que aparece en cada rectángulo te indica la altura a la que debe estar cada una de las partes del cuerpo según la posición. Muchos de los cocientes entre esos números son muy aproximados al número de oro:70/43, 113/70, 140/86, 183/113, 226/140...
Recientemente, estudios científicos avanzados han demostrado que lo que intuían estos hombres era cierto.
En el campo de la odontología, se ha descubierto que la dentadura va creciendo siguiendo proporciones áureas, y de la misma forma lo hacen otros rasgos faciales, como la sonrisa respecto al arco dental, la distancia entre los ojos y muchas más...
Las anchuras de los cuatro dientes frontales, desde el incisivo central hasta el premolar, se encuentran entre si en proporción áurea.
La relación entre la anchura del arco de la sonrisa entre el ancho de los 8 dientes centrales (los que pueden verse mientras se sonríe) es también áurea.
Cuando los dientes no están juntos, la linea de los labios divide la parte inferior del rostro según la proporción áurea.
También es aúrea la relación entre la distancia entre los ojos y el ancho de los mismos.
Tom Cruise es uno de los actores más famosos del mundo. Su rostro ocupa pantallas de cine, portadas de revistas, posters, fotos; casualmente posee unas proporciones áureas casi perfectas: sus ojos, boca, dientes, nariz, cabeza, están distribuidos de forma que la proporción de oro aparece constantemente. ¿Casualidad?.Hay otros famosos, como los españoles Antonio Banderas y Penélope Cruz que también poseen rostros "de oro". La belleza y Phi suelen ir de la mano.
Los puntos básicos de la acupuntura se distribuyen en la cara en diferentes rectángulos de oro.
El rostro humano puede encuadrarse en un rectángulo de oro. Si ahora dividimos el rostro trazando un segmento por encima de las cejas, obtenemos un nuevo rectángulo de oro en la parte superior, y podemos seguir indefinidamente con este proceso de forma que obtenemos una serie de puntos de intersección entre los diferentes rectángulos. Pues bien, esos puntos coinciden con los tradicionales puntos de energía usados en acupuntura para el tratamiento de enfermedades.

Ahora todo parece encajar: si nosotros mismos crecemos al ritmo marcado por Phi, ¿no es lógico que encontremos más bellas las formas basadas en la proporción de oro que las que no lo están?.