lunes, 12 de septiembre de 2022

De viaje

Estuve leyendo a algunos escritores chilenos, y no me hacen algún sentido alguno.

Mientras escucho a Joao Gilberto acompaño a mi amigo marika a cortar el pelo en Valparaíso. Es una pieza pequeña con techo alto, él corta el pelo a domicilio así que nos adentramos en el mundo de una persona extraña pero cercana. 

Miro hacia arriba y en el techo hay algunos fósforos y algunas monedas pegadas con cinta adhesiva transparente. Un gato descansando en un sofá a la luz del sol que entra por la ventana hacia un lado de la pieza. Hay cajas con cosas embaladas y una cama alta. Algunas bolsas en el piso llenas de ropa.

Hace tiempo que no venía disfrutando la escritura, me había perdido en otras cosas. Tengo algunos amigos en Valparaíso pero no me he sentido lo suficientemente cómodo en este viaje, yo siento que ya he quemado demasiado procesos y en este contexto social la gente está reacia a escuchar opiniones y delirios. 

No logro comprender ni conectar con la sensibilidad de esta época, en este momento las cosas parecen no afectarme en mayor medida. Me da cansancio expresar algunas opiniones pero aún así mi forma es bastante honesta.

En esta época huérfana nos cuesta tener criterio propio, a veces es porque nos sentimos mal, me da la sensación de que seres a los que conozco desean cosas que realmente desconocen, porque si las conocieran no las desearían.

Estoy pensando en la transformación, como una mariposa que primero pasa por una etapa de gusano. El viaje puede ser una metamorfosis, al igual que la literatura. Si le dedicará más tiempo a la escritura podría dejar más constancia de ciertos procesos mentales que se me escapan por las manos. 

Este día es cualquier día, el tiempo pasa diferente en Valparaíso y me cuesta soñar alegremente. 

Me gusta como me siento hoy, bastante tranquilo y reposado. Siento un cansancio agotador hace ya unos días que no se pasa, el sol que pega en esta época da sueño. A mí alrededor siento hartos conflictos internos, cosas de las que uno no puedo tener el control y tampoco quisiera tener el control.

Voy creciendo y veo como todo pasa ante mis ojos y ya no me producen las mismas sensaciones de antes, también es una manera de mantenerme al margen y conectar simplemente con mis propios procesos.

Siento que aislarse siempre ha Sido un camino auténtico, y desde aquel sentimiento explorar el mundo, sin esperar algo más que el viaje en si mismo.

Me gusta conectar con algunas personas al igual que me gustan algunas personas, pero no disfruto más allá que una conversación y el té por la mañana. Dormimos juntos pero el sueño es la tibia noche estrellada.

Integrando cada momento como si fuera únicamente mío, y escribiendo cada cierto tiempo para recordarme algunas cosas. Estoy molesto con algunas sensaciones que me intentas sacar de mi estado de templanza pero también es una lucha interesante. Debe existir la tensión para sentirnos tranquilos ante las circunstancias. Pero ya no me identifico con todo ese tipo de emocionalidades.

Me obligó un poco a escribir a pesar de que no tengo deseo alguno más que estar sentado en una silla mientras mi amigo corta el pelo.

Quizás sería más pleno cerrar los ojos e intentar imaginar algo reconfortante en esta ciudad tan rápida y recondita.


No hay comentarios:

Publicar un comentario