lunes, 12 de septiembre de 2022

El joven y el Mar

Apenas unos pequeños ojos mirando al horizonte, un juego de botones, la ventana con el vidrio grueso, la agenda negra con la colección de servilletas de todos los colores, los tesoros de mamá, ella guardaba algo especial, ella siempre tuvo mil tesoros, la amaba.

Y la amaba tanto, reconocía un diminuto lugar en su pequeño Mundo que iluminaba toda la casa, que cuando ella no estaba me parecía solitaria y vieja. El tiempo se detenía y parecía pasar en otro ritmo y apreció el amor primordial, ese del que todos hablan cuando anhelan algo lindo. Me gusta sentir nuevamente reconfortado y también tengo unas cuantas penas rotas:

Perdón pero ya no puedo verte más, esta vez es un turno vacío, ambos fuimos muy viejos muchas veces o muy niños y nos quedamos atónitos mirándonos sin saber que hacer, porque mil personas podían decidir antes por nosotros, esto yo lo pensaba, porque me enfrentaba al Mundo una y otra vez tratando de destruir este paradigma. Igual escribo sensato y me reconozco soberana de lo que escribo. A veces lindo, en una habitación dónde yo soy todo y me encuentro en todas partes, la dicha de encontrarse completo y simplemente saber que hacer en todo momento. Me da risa, me espanto, me retuerzo como un niño encolerizado o salto de lado a lado del cuarto pensando que todo es de color amarillo, siendo tan feliz como una lombriz.

Ellas están viviendo demasiado, estoy viviendo demasiado, rápido, cálido, como un campo a pleno sol en algún lugar como el Japón siempre. Con los cerezos en flor, y templanza mutua, este amor que me hace bien, este amor sano y liviano, este amor correspondido y fuerte, trabajado por mil años. Es de oro, este es el camino de oro, y esta historia no tuvo nunca nombre ni fue vista por nadie, que dos personas de esta manera figuraran en unas cuantas palabras escritas. A lo mejor ni siquiera tuvieron tiempo antes, que muchos sólo estaban viviendo y realmente ¿Cuántos son los que se dan el tiempo de escribir sus recuerdos?

Ella siempre será la musa sagrada de todos los tiempos, hoy he cumplido un sueño, el más grande sueño, lo he cumplido, y no fue tan difícil, ya nada es más hermoso que existir en este mundo rodeado del amor que me toca encarnar, porque así tiene que ser interesante, con una buena trama que contar, pero ahora este círculo se cierra, este círculo se cierra, apenas un oráculo que quisiera hablar.

A llegado a su fin, ya no necesito escribir más por un tiempo, me voy a jugar, adiós que me voy a jugar. Grandes maestros les dejo las llaves, diviértanse observando la gran aventura de la vida, los quiero tanto como el corazón me ha crecido estando en esta Tierra, los extraño siempre y ya querré volver a contarles unas cuantas cosas ciertas, el primero de nosotros la vio difícil y no podía ser de otra manera para que tuvieran el valor de dejarlo por escrito.

Hoy nos atrevemos a todo, déjenme libre, amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario