martes, 28 de enero de 2020

Primera Face - La forma que hablo

En esta fase intento ser clara y pedir ayuda, no desde mi ser corpóreo, sino desde la fuente misma universal y ya es muy difícil para mí seguir sólo con todos ustedes a mi lado; voy muriendo y el tiempo no se detiene, aquí sólo escribo en mi habitación y hay fuego siempre para alumbrarme el camino; ustedes están trabajando, corriendo, hablando y sin dejarlo. Yo llevo tiempo aquí y aquí no escribo libros, hablo yo, que me conoces y has pasado tiempo conmigo. Esta carta busca la luz y quise entregártela preparándote desde mucho antes el camino, aún cuando no estaba, a tu lado, apoyándote para que siguieras una y otra vez, hasta lo intentaste, la muerte. Pero yo nunca, y aún así cargando porque ha sido duro y ya no quiero contar la historia de alguna manera distinta porque soy indiferente al Mundo y no quieren que hable.

Quiero decir muchas cosas a nadie, escribirlas en mi alcoba ocultándome del mundo entero y recurrir desesperadamente a algún pequeño y fugaz momento en que estando en el Mundo, ya no exista más tiempo sino para ver un árbol tras una ventana empañada, y si que lo recuerdo siempre, o las casas a dónde íbamos de visita con mi abuela cuando aún mi consciencia sólo alcanzaba para hacer un viaje interminable en lo absolutamente desconocido; y lo aprendí todo.

Yo guardé todo estos recuerdos para ti, al que vive tranquilo en su inmensidad abandonado por el rebaño inagotable de ignorancia y suciedad. Y también me dan asco, cuando sólo quería hacerme un espacio para dibujar, yo y todos los que lo hacíamos una y otra vez, y la música.

En este lugar habito un Dios, cerca de la oscuridad y de la luz, de a poco puedo ir contando, de a poco puede liberarse el destino completo porque es difícil extraer del símbolo su real significado y me he esforzado inhumanamente para que cada vez que el canal se abre para decir algo necesario, puedo tener las palabras justas y sabías para traerlos a ustedes mismos a la gran puerta que ya eternos años llevamos intentando abrir. Escribo como muriendo, y me delato, que desde acá arriba son necesarias todas las piezas y cada una, mi actuar se aferra a Dios; uno más fuerte que el Sol.

Querida Eva; te pido que sigas siendo tal cual fuiste en cada momento, te hemos relegado grandes responsabilidades porque podías llevar luz y caminar sin importar lo que pudieras mirar hacia atrás, ingeniando al Mundo una y otra vez con la ilusión mágica de las cosas. Disculpas necesarias, en este edad que nadie escribe y nadie se busca tanto y tan profundo das el paso perfecto para ser real, ya no temas que estamos cerca siempre, desde lo alto empuñamos las espadas flameantes ante la espesura de estos tiempo, yo combato.





No hay comentarios:

Publicar un comentario