martes, 25 de junio de 2019

Amigo mago

"En esos instantes lo comprendió todo. Se sentía entusiasmado y su corazón rebosaba de paz. Estaba impaciente por revelar a su gente lo que había descubierto. Pero no había palabras para explicarlo. Intentó describirlo a los demás, pero no lo entendían. Vieron que había cambiado, que algo muy bello irradiaba de sus ojos y de su voz. Comprobaron que ya no emitía juicios sobre nada ni nadie. Ya no se parecía a nadie."

El círculo de Fuego, 
los que ya se han ido,
los que están presentes,
y los que aún tienen que llegar.


El los comprendía bien a todos pero a él, nadie. Había descubierto que era un espejo para los demás, un espejo en el que podía verse a si mismo. Se veía en todos, pero nadie se veía a si mismo en él. Y comprendió que todos soñaban pero sin tener conciencia de ello, sin saber lo que realmente eran. No podían verse a ellos mismos en el porque había un muro hecho de sueños de seres humanos.

Entonces supo que de pronto olvidaría todo lo que había aprendido, quería acordarse de todas sus visiones, adoptó el nombre de espejo humeante, para recordar siempre que la materia es un espejo, y que el humo que hay en medio nos impide saber que somos. 

Soy espejo humeante,
me veo en todos vosotros,
pero no nos reconocemos mutuamente,
por el humo que hay entre nosotros,
ese humo es el sueño, y el espejo eres tú,
el soñador.


Es fácil vivir con los ojos cerrados. 




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