El punto de unión del alma con la mente se halla entre la glándula pineal y el hipotálamo, y su visión por los intuitivos fue calificada como el cordón de plata.
Si durante el día permanecemos con la conciencia sumergida en las proyecciones del ego, durante la noche también.
Por tener la conciencia dormida no podemos darnos cuenta que en un momento determinado nos encontramos fuera del cuerpo físico desenvolviéndonos en un sueño.